Piel sintetica
Una de las ventajas de este prototipo es que se fabrica la piel de una forma automatizada y estandarizada, con lo que se mejora la reproducibilidad del proceso. Además, también hace posible que se abaraten significativamente los costes de producción. A mayor escala y de una forma más automatizada, la bioimpresora permite replicar la estructura natural de la piel, con una capa externa, la epidermis, junto a otra más profunda, la dermis.
Realmente no es una impresión como tal (no se imprime “plástico” para reemplazar la piel), sino que se usa la impresora para conseguir el crecimiento de células de la piel de una manera más automatizada que cuando se realiza de manera “manual”, usando como sustrato células del paciente.
Otras aplicaciones de la impresora 3D
Creacion de prótesis personalizadas
Mediante modelos a través de pruebas de imagen (principalmente tomografía computarizada) podemos crear piezas que encajen al 100% con la anatomía única de la persona a tratar.
Además, estas piezas impresas tienen un precio menor, ya que se crean según se necesiten y no dependen tanto de las grandes compañías que desde siempre han copado el mercado. El abaratamiento de costes tiene especial importancia en niños: estos irán creciendo y deberemos recambiar las prótesis cuando estas se queden pequeñas. Precios más asequibles nos permiten recambiar las prótesis cada cierto tiempo, teniendo la seguridad de que cada una que coloquemos será la perfecta en ese instante.
Ortodoncia
Ha sido el ámbito en el que primero ha tenido presencia la impresión 3D. En ocasiones los clásicos “brackets” pueden ser reemplazados por alineadores/retenedores de materiales plásticos. Estos son más estéticos que los brackets convencionales ya que se fabrican transparentes y además son más cómodos debido a que se pueden retirar para comer.